HISTORIA

Jalpa de Cánovas nació como hacienda en el siglo XVI, cuando Juan Villaseñor obtuvo cuatro sitios para ganado mayor y ocho caballerías de tierra, en la Villa de Lagos. Fue en el siglo XVII cuando esta prosperó y comenzó a cambiar de dueños, hasta que, a mediados del siglo XIX, la adquirió Manuel Cánovas para llevarla a su mayor auge agrícola y ganadero.

Durante el Porfiriato y bajo el mando de Guadalupe Cánovas, la Hacienda de Cánovas se convirtió en una de las más grandes del Bajío, sobresaliendo por la productividad de sus tierras y por la introducción de novedosos métodos de irrigación a través de presas y canales.

Casada con Óscar Braniff, la hacendada y su marido a la par que impulsaron la siembra de trigo y la producción de cereales, así como el cultivo de huertas de membrillo y nueces, principalmente, construyeron la presa, el templo de la misericordia y llevaron la luz eléctrica al pueblo; además de que intentaron conectar por tren, Jalpa con San Francisco del Rincón.

Después de la Revolución de 1910, la hacienda fue fraccionada y vendida, salvo el casco de la hacienda, que permaneció en manos de los descendientes Braniff – Cánovas.